Mosaicos humanos


Comenzó hace 30 años con la actividad de los mosaicos en su natal Camargo, mostrando “pequeños tableros humanos”, como él los llama. Luego se las ingenió para capacitarse. Argumenta que no tuvo la suerte de asistir a los cursos dictados por los “mejicanos”, en los primeros Juegos Bolivarianos (1977).

Pero el anhelo de aprender lo llevó a consultar libros “y lo he logrado”,asevera. Posteriormente fue consultando en la red internet, leyó revistas que hablaban de ello. “Ahora estoy capacitando para que no muera conmigo” este arte, agrega el profesor jubilado de Educación Física. Su nombre es Luis Caballero.
Según sus palabras, “siempre era su sueño”, hasta se animó a escribir un libro. “Ahora ya tengo el libro en mis manos gracias al Ministerio de Educación, que se encargó de la impresión (500 ejemplares)”. Actualmente, el profesor da cursos en las ciudades de Sucre, Oruro, Cochabamba y Tarija.  “En lo posterior lo haré(dar clases) en toda Bolivia. Lo hago con todo el honor”,afirma Caballero, quien está seguro de que puede seguirsirviendo a la patria mediante esta actividad.
HISTORIA. Desde 1946, Corea del Norte ha organizado regularmente los denominados “juegos de masas”, representaciones masivas, en los que miles de bailarines, artistas y niños en edad escolar son llamados a participar para honrar las fiestas nacionales y las onomásticas de los “queridos líderes”,que se celebra desdeel 1 de agosto hasta el 10 de octubre de cada año, para conmemorar el nacimiento de Kim Il-sung, el fundador del Estado norcoreano tal y como hoy lo conocemos. En este festival participan cerca de 100.000 personas, entre grandes y pequeños, de los que 30.000 escolares se sientan en las gradas de un estadio y empiezan a voltear cartones pintados en un movimiento rápido y sincronizado, con el fin de crear un enorme mosaico humano, que, en este caso, cuenta la historia de Corea y  sirve como telón de fondo a la actuación de miles de bailarinas que brincan en el césped siguiendo los acordes de piezas musicales marciales.
DATOS. Los mosaicos fueron vistos por primera vez en los primeros Juegos Bolivarianos, que se llevó cabo en la ciudad de Cochabamba. Pero “llevaba mucho tiempo, además, el gasto era alto y con el tiempo no pasó de moda”, asegura Caballero. En la actualidad se ha convertido en un arte tan serio, que a menudo en Corea del Norte y en otros países de Asia es más conocido como “el jumbotrom”. Y no usan banderolas, sino la vestimenta, explica.


BARCOS, OTRA PASIÓN. “Hago barquitos a escala y los embotello; en mi tiempos libres, es el modelismo naval”, cuenta. “Pero generalmente hago exposiciones con estas replicas. Ahora mismo he terminado una réplica del barco Nuestra Señora de Atocha”.Asegura que es una emoción muy aparte, luego de haberse jubilado.

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